Y así está Navarra. Cogiendo carrerilla para las próximas elecciones, promete no aburrirnos en ésta recta final. Los vendedores de palomitas se frotan las manos. Por un lado tenemos a un gobierno débil, al que se le vio las orejas hace mucho, y que a pocos engaña ya. Sablazo en las declaraciones, imposición del euskera, apoyo a condenados por agresión, y un largo etcétera de despropósitos que hacen muy pero que muy difícil que vuelvan a recibir el voto de la duda que lo encumbró en las pasadas elecciones. Un nacionalismo vasco anclado en el XIX, capaz de venderse a cualquier charco de sangre para que le mantenga en el sillón.
Podemos también está que se sale. Ostias como panes, y gritos desaforados de “éste sueldo es mío y sólo mío” resuenan aun por las instituciones pamplonesas. Siendo índice de un desmembramiento generalizado en toda la estructura podemita, deja claro que todo el pataleo anterior, todas las movilizaciones y reivindicaciones que les hicieron ocupar cargos se disuelven ante el bienestar general de dichos cargos, amancebándose rápidamente en una vida que aseguraban combatir. El bajón que les va a suponer electoralmente, es posible que les cueste la disolución total de las siglas.
Y llega UPN. Anodino. Que no termina de ilusionar. De un tiempo a ésta parte, todos los titulares que ha ofrecido UPN son en referencia a un Vox que pisa fuerte: Que si hay que pactar, que si no hay que hacerlo, que si nos quitan los fueros…todos, a excepción de uno, por lo menos que a mí me haya llegado. El otro día me di de morros con uno que afirmaba que UPN iba a recuperar Navarra. Me hubiese echado cuatro risas de no ser tan triste el caso.
Señores pensantes de UPN, que Navarra no se ha perdido. Sigue estando donde siempre, y con las gentes de siempre. Ustedes son los que perdieron la confianza de esas gentes, y por ende su gobierno, y si como parece sólo les preocupa solventar la última parte, pues creo que seguirán dando palos de ciego por muchos años, para deleite de una izquierda que sí se une.
Hablamos de un UPN que mantiene la misma estructura que se dejó arrebatar el control de Navarra, y que salvo las honrosas excepciones a nivel nacional o pamplonés, sigue confiando en lo mal que lo hacen los demás para obtener un triunfo que para nada se han preocupado de obtener.
Hasta ahora les hubiera valido, sí, pero ahora mismo, en estos momentos, acaban de descubrir que viene el lovox con las rebajas de Enero. Un Vox que sorprendió a muchos pues nadie lo esperaba, y que aquí en Navarra también va a saber decir algo.
Memorable la intervención de Del Burgo el otro día con su artículo sobre los fueros. Opinión que comparto abiertamente, pues ese tema, los fueros, puede decirse que es el único escollo que veo para que finalmente no vote a Vox. Pero hay mucho navarro por esta tierra, que sin ser tan foralmente escrupuloso como yo, da por buena esa supuesta pérdida en aras de que se arregle todo lo demás. Problemas que UPN pudo solucionar en su día y sólo los ha recordado cuando le ha hecho falta mediáticamente.
Puede que Vox sea un nuevo fraude, no soy adivino y sólo el tiempo lo dirá, pero lo que sí puedo decir desde ya mismo es que se merece la oportunidad de demostrarlo, al igual que en su día la mereció el cambio. Es cierto que con su resabido punto nº10 y su ataque frontal a los fueros de Navarra han demostrado que de esta tierra poco saben -o entienden-, y desconocer que ese tipo de políticas a lo comunista, arrasando con todo lo histórico persiguiendo una falsa equidad, lo único que consiguen es que el pueblo afectado, Navarra en este caso, se rebele contra ello. En Navarra van a conseguir sus votos, sí, muchos más de los que alguno se piensa, pero seguirá siendo UPN quien se quede con una mayoría cada vez más insuficiente, que les obligará a ejercer de trileros con un soe extinto que a nadie representa, o con una parodia naranja abierta a todo tipo de acuerdos con tal de olisquear poder.
A día de hoy UPN sigue siendo mejor que las alternativas, en lo que al futuro inmediato de Navarra se refiere, pero ojalá sólo tenga posibilidad de alcanzar el gobierno gracias a Vox, ya que con UPN estarán a salvo esos Fueros que ahora tanto le preocupan, y Vox intentará dar solución al resto de problemas que los navarros que sí les van a votar quieren que solucionen.
Al respecto de la nueva sigla, quedo expectante a su devenir tanto externo como interno, ya que no deja de resultarme curioso ver de primera mano cómo alguien hace campaña abierta a favor de esa sigla, mientras mantiene su afiliación en UPN sin renunciar a su carnet de afiliado. Será por eso de saber nadar y guardar la ropa. La cuestión es que ningún partido que crece tan rápido está libre de intrusismos, camisasvueltas e interesados del momento, que a la larga pueden hacerle caer al estilo de Podemos 2019. Siempre habrá quien les eche una mano a caer, eso no lo duden, y cómo no, en una sociedad donde el ejercicio de la política se ha devaluado hasta lo impensable tiempo ha, lo más probable es que la zancadilla les venga de donde menos se la esperan.
Mientras tanto, señores de Vox, no me toquen los fueros…no me toquen los fueros.
Rogelio Taboada Plano