Vie. Abr 26th, 2024

Uno de los grandes triunfos del Nacionalismo Vasco ha sido saber inducir de manera subliminal ciertos modos, ciertas costumbres en nuestro hablar cotidiano, que si bien son erróneas y claramente malintencionadas, han sabido encontrar su lugar. En unos casos por desconocimiento, en otros por costumbre, comodidad o complejo, la falta de educación que los corrija ha favorecido su calado social regalando así el triunfo a los manipuladores de la Historia.

El primer y más claro ejemplo lo tenemos a la hora de hablar del País Vasco, ya que si lo hacemos hablando de las tierras a este lado de los Pirineos, poco cuesta ver que los territorios que lo conforman, nunca, ni antes ni ahora, han sido un país. Otro ejemplo lo tenemos con el Conflicto Vasco. Según la RAE, Conflicto arroja en sus dos primeras acepciones el resultado siguiente:

1. m. Combate, lucha, pelea. U. t. en sent. fig.
2. m. Enfrentamiento armado.

Sabemos que el pueblo vasco en su conjunto no adolece de tales males, ni puede verse reflejado en tales descripciones. El problema es únicamente de índole terrorista, y tiene su raíz en una docena de hijos de puta que asesinan, y en el centenar de palmeros que rentabilizan esos asesinatos y han aprendido a vivir cómodamente a su costa. Del mismo modo podemos afirmar que el problema en si mismo no es vasco, ya que se han encargado de empapar con sangre el suelo de toda la nación, con lo que el uso del término Conflicto Vasco tiene más de marketing publicitario que de realidad tangible.

En la parte que nos toca a los navarros, el gran vicio, o la gran perversión ha sido adoptar el uso frecuente del binomio vasco-navarro, siendo indiferente su uso como elemento histórico o cultural. Podemos ver en expresiones similares, como la de Tradición Judeo-Cristiana, que el origen es el Judaísmo, siendo la variante posterior el Cristianismo. Prefijo para el inicio, sufijo para el final. Como está mandao. Ocurre lo mismo con el elemento afro-americano, donde África es el origen y América la evolución posterior. Estos dos ejemplos son de uso común en las corrientes progresistas, echando mano de ellas siempre que se puede para demostrar lo avanzado de nuestra sociedad, lo evolucionado de nuestra conciencia multicultural, global e igualitaria.

Pues como en Navarra no queremos ser menos, seamos también progresistas, multiculturales e igualitarios, y reconozcamos que Navarra es el origen, y el vasco peninsular la derivación posterior. Qué menos que recomendar el uso del binomio navarro-vascongado para usos similares, en lugar del erróneo e intencionadamente manipulado vasco-navarro. Que no dudo que en los colegios de Navarra estando la cosa como está, habrá pocos profesores que se entretengan en explicar el desarrollo histórico que nos ha traído hasta nuestros días, pero qué se le va a hacer si la esperanza dicen que es lo último que se pierde. Particularmente para cada uno de nosotros, es nuestro deber el saber diferenciar la realidad de la ficción, la Historia de la política, y la educación del interés.

Cosa nuestra es saber educarnos como adultos mediopensantes, y dejar de una vez de engordar a la bestia antes de que se nos coma crudos.

Que encima, le daremos las gracias por hacerlo.

 

Rogelio Taboada

Cantero artesanal, escritor e historiógrafo sangüesino

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