Mar. Oct 8th, 2024

El 10 de diciembre se cumplieron 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Toda persona puede reclamar unos derechos sin tener en cuenta el color, la raza, el sexo, la religión o la posición económica. Fue en París cuando el 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó los derechos fundamentales que protegen a toda la humanidad.

Esta declaración está traducida a más de 500 idiomas, fundamentada en la universalidad. El lema para este año 2023 es: Dignidad, libertad y justicia para todos. Se centra, sobre todo, en grupos más vulnerables en torno a los pueblos indígenas, personas migrantes, desplazados por las guerras o con discapacidad, además de los nuevos desafíos como la segregación o la quiebra moral.

Se hace hincapié en la juventud a través de Human Rights 75, que reclama los 30 derechos en los que resalta la libre expresión, la educación y el derecho a la vida. Es un proyecto global que abarca políticas locales, nacionales e internacionales, teniendo como base la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.

Intentar solucionar los conflictos del mundo.

La ONU, para conmemorar los 75 años, ha contado con el artista digital Yacine Ait Kaci y su personaje ilustrado Elyx que ha dado vida a todos los artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos y destaca la igualdad, la dignidad, la libertad y la imparcialidad y desecha la servidumbre, la tortura y la trata de personas. Por otra parte, Oxfam Intermón actúa con determinación para asegurar estos 30 derechos en los lugares más conflictivos del mundo, como proteger a más de 80 mil refugiados en Jordania, la mayoría mujeres y niños; atender a los desplazados de Ucrania y Palestina; vigilar la explotación infantil en países en vías de desarrollo, confeccionando prendas de vestir en condiciones
infrahumanas, perpetuando la desigualdad y la pobreza. Sin olvidar la vulnerabilidad del colectivo femenino con violencias de género, desigualdad y colectivos de LGTBI.

Con respecto a Navarra, el Departamento de Relaciones Ciudadanas ha difundido información para que se disponga de unos conocimientos básicos con el fin de aplicar a las personas desprotegidas y, al mismo
tiempo, ha editado para las empresas unas disposiciones para aplicar los derechos e impulsar el medio ambiente a sus trabajadores y clientes; sin olvidar el Programa de Escuelas con Memoria por la Paz y la Convivencia, así como subvenciones a entidades locales y asociaciones sin ánimo de lucro. Un programa a recordar es “Nadie está lejos”, documental donde se pretende que las personas sin hogar, situación de pobreza o sin recursos mínimos dispongan de una decente calidad de vida. Aunque como diría San Agustín “no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita”.

En Navarra muchos derechos no se cumplen.

Por tanto, no tenemos que marcharnos fuera de Navarra para contemplar que algunos derechos humanos están muy lejos de la realidad, aunque se considere a la comunidad foral una de las que menor tasa de exclusión social tiene. No obstante, faltan derechos como lo están mostrando estos días los periodistas del Diario de Navarra en unos magníficos reportajes: la cara B de la sociedad: 32 mujeres viven en nuestra comunidad con riesgo alto de un posible ataque machista y 287 con riesgo bajo.

Es sobrecogedor, también, observar, en estas frías noches de otoño, las imágenes de varias personas viviendo en la calle o jóvenes magrebíes durmiendo en nichos del cementerio abandonado del convento de monjas agustinas o la preocupación del Banco de Alimentos, solicitando productos de primera necesidad para las decenas de familias que solicitan amparo en las diversas parroquias de Navarra. En el pasado año 2022, el 14,5% de la población residente en nuestro antiguo reyno se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión social y el 32% de los hogares tiene dificultad para comer carne o pescado cada dos días.

Hay que mojarse.

Y mientras, los jueves, los parlamentarios de Navarra se interpelan en un continuo enfrentamiento ideológico, cuando deberían discernir lo esencial de lo accesorio. Ya lo decía el Nobel de 1986, superviviente de los campos de concentración nazis, el escritor Elie Wiesel: “Debemos tomar partido, ya que la neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima; el silencio alienta a la persona que aflige o manipula, nunca al atormentado. Por eso, mantengamos una actitud activa ante las injusticias”.


Luis Landa El Busto, autor del libro “Sancho III el Mayor, rey de Pamplona”

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