Vie. Abr 19th, 2024

Hoy, Domingo de Ramos, a la hora del café, no he podido evitar oír la conversación –acalorada- de dos señoras, al respecto de un delincuente catalán que han detenido en Alemania. Sentadas a menos de un metro de mí, estas dos señoras de muy buen ver -que todo hay que decirlo- debatían sobre la causa real de la detención. Una explicaba que era por delincuente, y la otra que no, que era por querer la república.

Ha sido éste último alegato el que me ha llegado al alma, por su candidez, ingenuidad, y posiblemente, ignorancia.

Probablemente esta señora ya sepa que en España hay millones de republicanos (o eso dicen) y no se les detiene por serlo. Incluso hay partidos que exhiben abiertamente los colores de la república, y ni se persiguen ni se ilegalizan. Por el contrario, reciben subvenciones como todos los demás, más las que gestionan gracias a la Ley de Memoria Histórica, búsqueda de fosas, etc, etc. Y no van a la cárcel.

El problema de esta señora es el mismo que hoy en día padece gran parte de la sociedad, y no es otro que el aborregamiento doctrinario del que está siendo víctima el pueblo español, bombardeado sin descanso desde radios, televisores y redes sociales, en un intento de masificar el sentimiento de República en la totalidad del vulgo. Pero…olvidándose siempre de matizar que lo que quieren, lo que piden e incluso alguno exige ya, es SIEMPRE una república de izquierda.

Más concretamente una república-revancha del frentepopulismo que perdió la guerra civil. Una república que dé poder a los hijos y nietos de los que lucharon en esa contienda en uno de sus bandos (o huyeron), para oprimir, castigar y condenar a todo aquél que no piense como ellos. Cualquiera que pase por Pamplona estará harto de ver esas pancartas que anualmente ensombrecen la decoración urbana solicitando la III República. Siempre que veo una, no puedo más que recordar que el gobierno de Hitler, también fue una tercera república, aunque mucha gente no sepa que precisamente eso es lo que significa la expresión III Reich. Tercera República. Además, de un partido que se decía Socialista. Si al final aquí en España se acaban imponiendo, ¿terminará la cosa del mismo modo?

Por aquí arriba pintas ya tiene la cosa, que hasta la fecha aun estoy por conocer a un averchandal que sea monárquico. Tienen su propio modelo de svástica, usan con frecuencia la palabra “genocida”, y no les tiembla la voz a la hora de justificar casi mil muertes en democracia, ó palizas tumultuarias a novias de guardia civiles.

No es la primera vez que hablo de esto, y pese a todo lo caído sobre la monarquía, sigo confesándome Monárquico a perpetuidad, aunque ciertamente de unas décadas a esta parte lo que dejé de ser fue Juancarlista. Sobre el actual Monarca, creo que no pinta mal la cosa, pero a lo largo de la década siguiente tendremos oportunidad de confirmar o no si realmente merece el apoyo de su pueblo. Por ahora el mío bien lo tiene. Sí que diré que siendo tan monárquico como amante de la Historia, echo de menos un Rey al más puro estilo Español: con un par de cojones. Un Rey al que no le importe dar una palmada encima de la mesa y comience a poner fin a tanta tontería.

Un Rey que limpie España, empezando por barrer su propio portal, y vaya acotando el poder de la corrupción tanto política, como institucional y moral, que está mermando nuestra patria sólo para que cuatro docenas de mangarranes que ni han doblado el lomo en su vida, ni han hecho nunca nada de provecho para el resto, puedan vivir cómodamente ganando un pastón a costa de los demás.

Sobre las dos señoras del café, pues ganas se me han quedao de explicarle a una de ellas que Falange también es republicana, sólo para preguntarle a continuación si le molaría una República Falangista. Obviamente no lo he hecho, y por dos sencillas razones; La primera por educación, que siempre me han dicho que no es educado meterse en conversaciones ajenas, y la segunda, porque ya sabía de antemano la respuesta que iba a obtener.

Así que con esas me he ido a mis quehaceres domingueros, esperando y deseando tener buen Rey que nos acaudillase.

Le seguirían legiones.

 

Rogelio Taboada

Cantero artesanal, escritor e historiógrafo sangüesino

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